¿Es posible utilizar el agua de pozo para uso doméstico? En este artículo descubriremos qué es realmente el agua de pozo, los métodos para hacer un uso seguro y las mejores soluciones para su almacenamiento.
Agua de pozo: los tipos
Antes de descubrir cómo tratar el agua de pozo, es bueno distinguir los tipos de pozos a los que nos referimos en estos casos.
En detalle, se habla de pozo artesiano en el caso de que el agua en su interior brote naturalmente, sin la ayuda de maquinaria que permita su bombeo. En un pozo artesiano, el flujo de agua ocurre debido a la presión generada por las capas de suelo impermeable que delimitan el acuífero, haciendo que el agua suba tanto más rápidamente cuanto mayor sea la presión presente. El agua fluye de manera autónoma hasta el lugar donde la presión del fluido es nula, denominada en jerga técnica línea piezométrica: un pozo llamado artesiano perfora la sección superior de dicho tipo de acuífero y lleva al ascenso del agua haciéndola brotar.
Los pozos de este tipo tienen diámetro de dimensiones medianas pequeñas y una profundidad relativa de 100 metros, y el agua que brota es generalmente potable. Además, si el agua de pozo será para uso doméstico, se deberán seleccionar cuidadosamente los acuíferos que dispongan de la mejor calidad posible. En caso de que se pretenda utilizar para riego, se deberá hacer uso de más acuíferos para extraer más profundamente las reservas.
La segunda tipología consiste en el pozo freático, que se distingue del artesiano en cuanto el agua que dispone no está bajo presión y raramente fluye en superficie. Por lo tanto, se necesitan bombas para extraerla y, al no ser muy profundos pero sí de dimensiones extensas, los pozos freáticos se utilizan para riego.
Entre los dos, los pozos artesianos ofrecen un caudal de agua mayor, además también para uso doméstico ya que potencialmente es potable, y por lo tanto sirven para acueductos, equipos contra incendios, etc.
Tratamiento del agua de pozo
Identificado el acuífero del cual extraer, es fundamental saber cómo tratar el agua de pozo, para no correr riesgos para la salud debido a las impurezas que se recogen a lo largo del camino subterráneo: arcilla, arena, microbios o incluso residuos provenientes de productos químicos utilizados en la industria.
Es importante por lo tanto una evaluación cuidadosa, en este caso un análisis químico y microbiológico que descomponga la muestra en todas sus partes para identificar posibles agentes potencialmente peligrosos para el organismo humano, de naturaleza orgánica y no. En caso de que se detecten anomalías en la muestra primero, y en el pozo después, se deberá realizar una operación de desinfección construida a medida sobre la base de lo detectado en el laboratorio, a repetirse cíclicamente para garantizar la seguridad constante del pozo. Tales operaciones deberán asegurar que el agua cumpla con los parámetros de seguridad descritos en el decreto legislativo D.Lgs 31/2001 y bajo el control de la Azienda Sanitaria Locale (ASL).
Proceso de potabilización
Para hacerla segura para uso doméstico, es necesaria la presencia de un potabilizador para el agua de pozo.
El método más eficaz para la eliminación de bacterias es la esterilización con rayos UV, que llega a eliminar el 99,9% de la componente bacteriana y viral y, a diferencia de otros métodos:
- no prevé el uso de elementos químicos;
- tiene un costo relativamente más bajo;
- está libre de residuos que podrían generarse de la implementación del proceso;
- no altera el sabor y olor del agua ni sus propiedades;
- es fácil de instalar;
- es compatible con muchos de los otros métodos utilizados en el tratamiento del agua.
Otros métodos para purificar el agua de pozo para uso doméstico incluyen el uso de carbón activado, sin embargo, asistido por un tratamiento de plata ya que pueden favorecer la aparición de bacterias debido a sus propiedades.
O aún, se puede utilizar un sistema de ósmosis inversa: dicho tratamiento hace que el agua atraviese una membrana semipermeable que filtra algunos componentes como los metales pesados. Sin embargo, no garantiza la completa eliminación de otros agentes potencialmente dañinos.
Agua de pozo: regulación
Usar el agua de pozo para uso doméstico está permitido cuando se emplea para satisfacer la necesidad del propietario en cuyo terreno fluye el agua subterránea. Para hacerlo, sin embargo, se necesita autorización, ya que por ley las aguas subterráneas son propiedad del Estado: se deberán realizar inspecciones por personal competente para determinar la magnitud de la excavación, las soluciones más adecuadas para la implementación y comunicar anualmente la cantidad de agua extraída, que sin embargo no implica ningún costo para quien la usa.
Almacenamiento del agua de pozo
Cualquiera que sea el uso que se necesite, es importante que el agua se almacene y transfiera de manera segura: los tanques blandos EcoTank están disponibles en varios tamaños y para varios usos. Provistos de dos válvulas de bola para las operaciones de llenado y vaciado, están hechos de poliéster y revestidos de PVC.
Son fáciles de montar y desmontar, no requieren ninguna licencia específica y están construidos teniendo en cuenta la sostenibilidad ambiental.
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